Higado graso no alcohólico

HIGADO GRASO NO ALCOHOLICO

  • CONCEPTO Y EPIDEMIOLOGIA 

El Hígado Graso No Alcohólico (HGNA) es una condición hepática caracterizada por la acumulación de grasa en el hígado en individuos que consumen poco o nada de alcohol, afectando aproximadamente al 25% de la población en Bolivia. Esta patología puede progresar a esteatohepatitis no alcohólica (NASH), fibrosis y cirrosis, siendo más prevalente en adultos mayores, personas jóvenes con hábitos alimenticios poco saludables, obesos y aquellos con síndrome metabólico. Los principales factores de riesgo incluyen la obesidad, sedentarismo, resistencia a la insulina y otros trastornos metabólicos. Las complicaciones asociadas al HGNA abarcan desde fibrosis hepática hasta un mayor riesgo cardiovascular, reflejando su relevancia como un problema de salud pública creciente

  • INDICADORES Y DIAGNÓSTICO DEL HÍGADO GRASO

Las pruebas clínicas para el diagnóstico del Hígado Graso No Alcohólico (HGNA) incluyen métodos de imagen y análisis bioquímicos que permiten confirmar la presencia de grasa en el hígado, evaluar su severidad y excluir otras causas de enfermedad hepática. La ecografía abdominal es el método inicial más utilizado debido a su bajo costo y disponibilidad, mientras que la elastografía ayuda a medir la rigidez hepática, correlacionándose con la fibrosis. 

Las pruebas de función hepática, que miden enzimas como ALT y AST, son cruciales para detectar daño hepático. El diagnóstico se establece mediante la demostración de hígado graso en estudios de imagen, la exclusión del consumo significativo de alcohol y otras causas de esteatosis, así como la evaluación del grado de severidad mediante biopsia hepática, considerada el estándar de oro para diferenciar entre esteatosis simple y esteatohepatitis no alcohólica (EHNA). Estos enfoques combinados permiten no solo confirmar HGNA, sino también guiar el tratamiento adecuado.

  • TIPOS DE HÍGADO GRASO

La enfermedad del hígado graso no alcohólico (HGNA) se clasifica en dos tipos principales, que representan diferentes grados de severidad y características histológicas:

  1. Hígado Graso No Alcohólico (HGNA):
  • Descripción: Esta forma se caracteriza por la acumulación de grasa en más del 5% de los hepatocitos sin evidencia de daño hepatocelular significativo. Se considera una entidad relativamente benigna y, por lo general, no progresa a condiciones más graves.
  • Características: La esteatosis simple se presenta principalmente como una infiltración macrovesicular de triglicéridos en el hígado, sin inflamación ni fibrosis asociada.
  1. Esteatohepatitis No Alcohólica (EHNA):
  • Descripción: Esta variante es más agresiva y se caracteriza por la presencia de esteatosis junto con inflamación y daño a las células hepáticas. La EHNA puede progresar a fibrosis hepática, cirrosis y complicaciones graves como el hepatocarcinoma.
  • Características: Histológicamente, se observa inflamación lobulillar y balonización de los hepatocitos, con o sin fibrosis.
  1. Otros tipos relacionados
  • Enfermedad del hígado graso alcohólico (EHGA): Resulta del consumo excesivo de alcohol y tiene características diferentes a las del HGNA. Esta condición puede progresar a hepatitis alcohólica o cirrosis si no se trata adecuadamente.
  • Hígado graso agudo del embarazo: Una forma específica que puede desarrollarse durante el embarazo, afectando aproximadamente al 3% de las mujeres embarazadas. Esta condición puede ser grave y requiere atención médica inmediata.


  • TRATAMIENTO DEL HGNA A NIVEL NUTRICIONAL

El tratamiento nutricional del Hígado Graso No Alcohólico (HGNA) es fundamental para mejorar la salud hepática y prevenir complicaciones. Este enfoque se centra en la pérdida de peso, intervenciones dietéticas y hábitos saludables.

  • PÉRDIDA DE PESO
  • , lo que puede revertir la esteatosis.

Mejorar la inflamación: La pérdida de peso dentro de este rango está asociada con una disminución de los marcadores inflamatorios y mejora en las características histológicas del hígado. Una reducción del 7-10% del peso corporal tiene un impacto significativo en la salud hepática. Estudios han demostrado que esta pérdida de peso puede:

  • Disminuir la esteatosis: La reducción de grasa en el hígado mejora la acumulación de triglicéridos
  • Aumentar la sensibilidad a la insulina: Esto es crucial, ya que muchos pacientes con HGNA presentan resistencia a la insulina, un factor que contribuye al desarrollo de la enfermedad.

 

  • INTERVENCIÓN DIETÉTICA

Las intervenciones dietéticas son esenciales para el manejo del HGNA. Se recomienda:

  • Dieta baja en caloría: Una restricción calórica de aproximadamente 500 kcal/día puede ser efectiva para lograr una pérdida de peso significativa.
  • Control del índice glicémico: Se sugiere consumir alimentos con un índice glicémico bajo, como frutas, verduras y granos enteros, mientras se limita el consumo de azúcares simples y carbohidratos refinados.
  • Perfil lipídico saludable: Incluir grasas saludables, como ácidos grasos monoinsaturados (por ejemplo, aceite de oliva) y omega-3 (presentes en pescados grasos), es beneficioso para el hígado]. Se debe evitar el consumo excesivo de grasas saturadas y trans

 

  • HÁBITOS SALUDABLES
  • Actividad física regular: Se recomienda realizar al menos 150 minutos semanales de ejercicio moderado. Esto no solo ayuda a la pérdida de peso, sino que también mejora la resistencia a la insulina y reduce la grasa hepática, incluso sin una pérdida significativa de peso.
  • Evitar el alcohol: La abstinencia del alcohol es fundamental para prevenir un daño hepático adicional y mejorar los resultados clínicos.


  • DIETA RECOMENDABLE PARA EL HÍGADO GRASO

 

  • Tipo de dieta
  • Dieta Mediterránea: Esta dieta es rica en grasas saludables (como el aceite de oliva y frutos secos), vegetales y pescados. Se ha demostrado que mejora la salud hepática y reduce la inflamación.
  • Dieta baja en carbohidratos refinados y azúcares: Limitar estos carbohidratos ayuda a controlar los niveles de insulina y a reducir la acumulación de grasa en el hígado.
  • Controlar el consumo de grasas saturadas: Es recomendable eliminar las grasas trans , que son perjudiciales para la salud hepática.

 

  • Alimentos esenciales
  • Permitidos:
  • Frutas (preferiblemente frescas y enteras)
  • Verduras (especialmente las de hoja verde)
  • Pescado (especialmente el pescado azul rico en omega-3)
  • Aceite de oliva
  • Frutos secos
  • Cereales integrales (en moderación)
  • Limitados:
  • Carnes rojas
  • Embutidos
  • Lácteos enteros
  • Productos ultraprocesados
  • Prohibidos:
  • Alimentos fritos
  • Azúcares refinados
  • Refrescos
  • Grasas trans
  • Micronutrientes
  • Vitamina E: Antioxidante que puede ayudar a reducir la inflamación hepática.
  • Vitamina D: Importante para la función inmunológica y la salud hepática.
  • Ácidos grasos omega-3: Contribuyen a la reducción de triglicéridos y mejoran la salud del hígado.
  • Identificar deficiencias comunes (Selenio – Magnesio)

 

  • Lista de alimentos

Recomendados

  • Avena
  • Brócoli
  • Pescado azul (salmón, sardinas)
  • Frutos secos (nueces, almendras)
  • Té verde

No aconsejados

  • Azúcar
  • Pan blanco
  • Bebidas azucaradas
  • Embutidos


  • SUPLEMENTACIÓN PRIORITARIA
  • Ácidos grasos Omega-3: Ayudan a reducir los niveles de triglicéridos y mejoran la inflamación hepática.  
  • Vitamina E: Suplemento antioxidante recomendado para reducir la inflamación en casos de esteatohepatitis no alcohólica (NASH).
  • Vitamina D: Apoya el sistema inmunológico y mejora la función hepática.
  • Probióticos: Optimizan la microbiota intestinal, lo que puede influir positivamente en el metabolismo hepático


  • MENÚ EJEMPLO PARA PACIENTES CON HÍGADO GRASO

 

TIEMPO DE COMIDA 

MENÚ SUGERIDO

Desayuno

Leche descremada con café, 1/2 rodela de pan integral, requesón y tomate cocido con aceite de oliva extra virgen

Merienda

Yogur natural sin azúcar con 4 almendras

Almuerzo

Pescado a la plancha con quinua, brócoli al vapor y ensalada de hojas verdes aderezada con aceite de oliva

Merienda

Manzana verde con 1 cucharada de mantequilla de maní natural

Cena

Sopa de verduras (como zapallo y zanahoria) y ensalada de atún con palta y limón


  •  RECOMENDACIONES (MAS ALLA DE LA NUTRICION)

 

  • Ejercicio físico

Se recomienda realizar al menos 150 minutos de actividad física moderada a la semana. Esto puede incluir actividades como:

 

  • Caminatas rápidas
  • Ciclismo
  • Natación
  • Ejercicios de fuerza
  • Control del estrés

 

  • Meditación: Ayuda a calmar la mente y reducir la ansiedad.
  • Yoga: Combina posturas físicas y respiración controlada, lo que puede disminuir el estrés.
  • Terapia psicológica: Consultar con un profesional puede ser beneficioso para aprender estrategias de afrontamiento efectivas.
  • Monitoreo médico regular

 

  • Exámenes de función hepática
  • Evaluaciones de peso y composición corporal
  • Ajustes en el plan de tratamiento según sea necesario